Las organizaciones culturales necesitan elevar el nivel de sus estrategias de marketing y contenidos.
Llenar plateas y salas de exposición nunca fue fácil, pero ahora:
- nuestra audiencia es más exigente,
- nuestra competencia está más preparada y cuenta con mejores contenidos que nunca
Nuestros clientes tienen a su disposición una oferta casi infinita a la que dedicar su tiempo libre (y menos tiempo libre del que les gustaría). No competimos por vender una entrada más, lo hacemos por la atención, por el tiempo de nuestros usuarios. Y en ese campo de batalla nos encontramos con plataformas digitales que cuentan con algunas de las mentes más brillantes del momento, algoritmos sofisticados, la mayor industria de creación de contenido que haya conocido la humanidad.
Emerger en este contexto es un desafío monumental. Lo más fácil es acabar sepultado en medio de un mar de correos electrónicos, anuncios y mensajes. Capturar esa atención del usuario, guiarlo hacia nuestra página web y mantener su interés a lo largo de un proceso de compra complejo, es una tarea cada vez más difícil. Mantenernos en su imaginario de opciones y conseguir un retorno y, más allá, la fidelización, es casi heroico.
La clave estará en combinar relevancia, oportunidad y algo de suerte. Nuestro público es diverso. No todas nuestras propuestas interesan a todo el mundo, ni por las mismas razones.
Cuando comunicamos nuestra programación a todo el mundo y de la misma manera estamos repartiendo un café para todos que obvia esa diversidad. La acumulación de comunicaciones o anuncios que no aciertan a interesar acabará por convertirnos en una fuente de información, primero, aburrida y, finalmente, invisible por saturación.
Si ante la falta de resultados nuestra respuesta es apretar los dientes, trabajar más y comunicar más de lo mismo y de una forma casi idéntica, lo único que conseguimos es acelerar la devaluación del interés por nuestro proyecto. Cuando aspiramos a que todo nuestro contenido sea relevante para todo el mundo y en todo momento, nos acercamos un poco más a la irrelevancia.
Necesitamos entender nuestra audiencia como un conjunto complejo y dinámico. Necesitamos entender nuestra programación como una suma de propuestas para satisfacer a una audiencia diversa, donde no todos los espectáculos tienen el mismo público ni objetivos, espectáculos poliédricos que necesitan ser bien explicados y quizás con matices que destaquen sus diferentes atractivos para diferentes personas. Necesitamos mantener un equilibrio en nuestros impactos y comunicaciones con nuestros clientes, ni demasiado ausentes, ni pesados hasta la redundancia, conjugando virtuosamente los diferentes canales de contacto, sabiendo leer el interés en la interacción con los contenidos.
En menos palabras, necesitamos personalizar nuestra estrategia de contenidos. La segmentación llevada al límite. Y esto solo va a ser posible con herramientas de nueva generación capaces de recoger y dar sentido a grandes volúmenes de información (compras e interacciones con web, emails y otros contenidos digitales), que permitan orquestar esa información para llevar a cabo una estrategia de contenidos personalizada y palancas necesarias para su optimización.
Herramientas que van a utilizar la inteligencia artificial para hacer el match entre espectador y contenido, decidir cuándo y cómo se explican las propuestas; herramientas que van a automatizar el envío de comunicaciones con la propuesta adecuada y en el momento oportuno.
Herramientas como tekneaudience[1], nuestro nuevo software. Partiendo de nuestra experiencia en el análisis de las audiencias y en la evaluación de sus estrategias de desarrollo, hemos complementado nuestro software de Business Intelligence (teknedata) con un CRM y automatizador de marketing que da respuesta a esta necesidad (tekneaudience).
Un software para conocer la audiencia, otro para gestionarla. Una solución completa y específica para el sector cultural.
[1] El avezado lector pensará… vaya, ¡toda esta parrafada no era más que un argumentario de venta! No le faltará razón, son argumentos sólidos de venta para tekneaudience. En defensa del artículo diré que son también argumentos sinceros y honestos. No pensamos de esta manera por haber desarrollado el software, es por pensar esta manera que hemos desarrollado el software.
Si, a pesar de las cautelas que el carácter comercial del artículo despierte, el lector comparte las tesis de este artículo y/o siente curiosidad por la herramienta, que no dude en pedirnos una demo