Hoy en día tenemos al alcance un gran volumen de datos que, si no encontramos el tiempo para organizarlos y digerirlos, no podremos convertir en información útil, en conocimiento.
Nos encontramos en una sociedad post-industrial que podemos llamar Sociedad de la Información, que se define en que el foco no se centra en la producción de bienes de consumo, si no en la producción y consumo de información y servicios. Esto hace que las empresas hoy en día tengan nuevos retos a los que deben hacer frente, en especial respecto del gran volumen de datos que generan gracias a las nuevas tecnologías y a las diferentes funcionalidades de internet.
Los mails; los datos que hay en internet; los sistemas de medir las visitas e información del tráfico de una web; todo lo que se dice en las redes sociales o lo que dice uno mismo, con las estadísticas y métricas que podemos obtener de las mismas… Todo ello genera un gran volumen de datos que no son útiles por sí solos, por muchas herramientas que tengamos a nuestro alcance para generarlos o recogerlos. Hay que tener claro a priori como recogeremos y ordenaremos esta información (indicadores, bases de datos, sistemas de almacenamiento…). Y a partir de ahí, definir un sistema donde poder analizar, interpretar y digerir esta información ordenada para que la misma se convierta (como parte de un proceso) en conocimiento útil. Finalmente, hay que saber cómo gestionar este conocimiento en beneficio propio, teniendo las fuentes de información bien organizadas para que estas puedan ser fácilmente interpretables y nos permitan generar informes y análisis prácticos para el día a día.
La evolución en los últimos años de las TIC ha sido un detonante de este gran volumen de información al que tenemos acceso actualmente. Este hecho (que ha coincidido con una violenta crisis económica como la que vivimos actualmente) ha hecho que muchas empresas se les haga difícil la inversión en departamentos o recursos humanos que les permita analizar los datos que tienen a su alcance. Y así se renuncia a la información, una herramienta de trabajo muy poderosa, a menudo porque el día a día laboral de estas empresas los absorbe hasta el punto que no ven la necesidad de analizar unos datos que les permitiría encarar el futuro con más perspectiva y conocimiento.
TekneCultura intenta ser una solución a este problema en el que se encuentran hoy en día las instituciones culturales. Una ayuda flexible y modulable para ayudar a las empresas a analizar y gestionar la información a la que tienen acceso, así como orientar la generación de contenidos e informaciones para sus propias comunidades.