El pasado lunes 14 de abril la Orquestra Simfònica de Barcelona i Nacional de Catalunya (@OrquestraOBC) difundió este video en conmemoración de su 70 aniversario:
El vídeo empezó a recibir innumerables elogios (entre ellos el nuestro;)) y a expandirse viralmente:
En unas horas, los medios de comunicación tradicionales se hicieron eco:
Posiblemente, el aniversario en sí mismo habría sido noticia, pero el original campaña y su viralidad hicieron que la noticia apareciera rápidamente a todos los medios y de forma destacada, contribuyendo a su expansión, ampliando el alcance.
Las interacciones en las redes se dispararon exponencialmente. 24 horas después de colgar el vídeo, el mismo tenía 4.551 visitas en Youtube. En una semana ya superaba las 82.000, ¡y seguía creciendo!
Estamos ante una campaña viral de éxito. ¿Cuánto habría costado, con una campaña tradicional de comunicación, transmitir a (como mínimo) cientos de miles de personas, que la OBC estaba de cumpleaños?
Una de las claves del éxito es, seguro, su acertado contenido emocional, un ingrediente esencial de la viralidad según diversos análisis como el de este artículo.
Pero no sólo eso. La OBC tiene un mensaje nítido, coherente con un relato, desde un posicionamiento relacional que sitúa al público en el centro de todo. Esta clara definición estratégica es imprescindible para que aparezcan las buenas ideas y poder sumar colaboraciones brillantes como la de @VimemaFilms (especializados en campañas de vídeo virales, imaginativas y divertidas).
Invertir en contenidos originales es, cada vez más, una obligación. El contenido original es el que mejor y más conectará con nuestra comunidad. Parece lógico, pues, ampliar las partidas presupuestarias a estos temas en detrimentos de otros, si es necesario. ¡Y sin miedo! Sólo con ensayo/error aprenderemos a mejorar resultados y optimizar nuestra estrategia de contenidos. Habrá imaginación y asunción de riesgos en la innovación de contenidos. De otra manera, difícilmente desarrollaremos una estrategia de contenidos brillante.
Y no hablamos sólo de contenidos virales, a pesar de su atractivo y espectacularidad. Estos contenidos no son los únicos que nos han de interesar, no hay que dejarse deslumbrar por sus cifras y su poder cuantitativo. Después de captar la atención necesitaremos nuevos objetivos de retención, relación, co-creación… lo que hará necesario otros contenidos donde el alcance será una métrica de evaluación menos adecuada que la interacción, la conversación o las conversiones que generen.
Así pues, felicidades a la OBC (y su equipo humano), por llegar a su 70 aniversario llena de vitalidad y de capacidad de innovación.